El presidente ruso, Vladimir Putin, ha indicado en privado que está abierto a un alto el fuego en Ucrania. El New York Times informó el sábado, a pesar de haber dicho públicamente que no daría marcha atrás en el conflicto en curso desde principios del año pasado.
Según las Naciones Unidas, más de 10.000 civiles han muerto y más de 18.500 han resultado heridos desde el inicio de la guerra. Naciones UnidasAdemás de decenas de miles de soldados.
El Times informó, citando a dos ex altos funcionarios rusos cercanos al Kremlin y otros funcionarios estadounidenses e internacionales, que Putin había indicado al menos desde septiembre que estaba dispuesto a detener los combates en las actuales líneas fronterizas.
Esto está muy lejos del claro objetivo de Putin de evitar a Ucrania. Rusia invadió la vecina Ucrania el 24 de febrero de 2022 y rápidamente tomó el control de grandes zonas del país. Pero las fuerzas ucranianas respondieron con fuerza y obligaron con éxito a Rusia a retirarse de sus regiones del norte. Desde octubre de 2022, las líneas de batalla han cambiado Se mantuvo prácticamente sin cambiosRusia controla partes de las regiones del sur y del este de Ucrania.
Putin también envió «sensores» para un alto el fuego el otoño pasado, según el Times, y expresó su satisfacción con el territorio que habían capturado. Pero las fuentes citadas por The Times también advirtieron que podría ser un intento de “engañar” o que Putin podría cambiar de opinión si sus fuerzas recuperan impulso. Tampoco está claro que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, acepte el acuerdo, ya que Rusia todavía controla partes del país.
El ejército ruso estaba agotado a principios de 2023, y los soldados profesionales fueron reemplazados por reclutas y prisioneros que no resistieron bien a las fuerzas ucranianas. Sólo una pequeña porción de los rusos apoya el esfuerzo bélico, y Putin se ha enfrentado a un motín vergonzoso por parte del líder mercenario Yevgeny Prigozhin.
Sin embargo, Ucrania no pudo recuperar los territorios perdidos. Se enfrenta a un apoyo vacilante en Occidente y compite por la atención internacional en la guerra en Gaza.
Zelensky ha estado presionando a los líderes estadounidenses para que finalicen la ayuda adicional a su país, incluida una visita a Washington la semana pasada para reunirse con líderes del Congreso y con el presidente Joe Biden.
Biden solicitó 60 mil millones de dólares para Ucrania, además de 14 mil millones de dólares para Israel, 10 mil millones de dólares para ayuda humanitaria y 14 mil millones de dólares para la frontera estadounidense. Ese paquete se ha estancado en el Congreso, donde el grupo republicano sigue dividido sobre si continuar apoyando la lucha de Ucrania contra Rusia.
La administración Biden ha advertido que pronto se quedará sin fondos para el esfuerzo bélico en Ucrania sin fondos adicionales aprobados por el Congreso. Los republicanos se negaron a votar sobre la solicitud de financiación suplementaria sin realizar cambios importantes en las políticas de asilo y fronteras.
Las negociaciones entre los dos partidos del Senado, incluidos funcionarios de la Casa Blanca y el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, han estado en curso durante semanas. El Senado espera llegar a un acuerdo y votarlo cuando el Congreso regrese a principios del próximo año.
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